Establecer claridad y límites en el hogar, tanto laborales como personales, no es tarea sencilla. Y es que, debido al confinamiento por la pandemia del coronavirus, una gran cantidad de personas se han visto obligadas a ello.

Sabemos lo complicado que puede suponer para muchos el teletrabajo, ya que es un contexto nuevo que ha venido impuesto por razones de bienestar comunes. Así, hemos querido recopilar todas aquellas conclusiones o reflexiones a las que hemos llegado tras estar sometidos a esta situación en nuestra agencia.

Esperamos que puedan serviros de ayuda.

Monta tu propia oficina y quítate el pijama

Esto no consiste en poner tu portátil en cualquier sitio, y es que cambiar de lugar de trabajo cada día no es recomendable. Deja de lado tu dormitorio o salón y busca el ambiente más adecuado. ¿Cuál es? Aquel que disponga de buena conexión wifi, mesa amplia y buena iluminación.

El objetivo es darle vida a los simbolismos. Nos referimos a todo aquello que pueda significar una especie de “trampa” para nuestra mente, ya que la ropa o el entorno en el que desarrollamos el trabajo a distancia nos ayuda a hacer más sencilla y natural la tarea a realizar.

Así que ya sabes, vístete, pasa por el baño, come algo y… ¡a empezar la jornada!

No te olvides de tus compañeros

En todo trabajo en equipo, una comunicación efectiva será fundamental para poder enfrentar situaciones críticas y encontrar soluciones adecuadas a los conflictos.v

Partiendo de esta base, es importante que cuando se realice, la comunicación sea clara y concisa para evitar un exceso de la misma. No queremos que acabe siendo una molestia o inconveniente.

¿Tenéis herramientas de medición de los resultados? Será necesario para dar retroalimentación al resto del equipo sobre el trabajo de forma remota. Actualmente, la mayoría de equipos son multidisciplinarios, con competencias en diferentes áreas. Se necesita que se complementen a favor de lograr un excelente resultado.

  1. Realiza una escucha activa
  2. Ponte en el lugar del otro
  3. Desarrolla una comunicación asertiva
  4. Intenta resumir al extremo todos los mensajes
  5. Olvida los prejuicios y da y pide feedback

Planifícate

¿Qué recursos vas a necesitar? ¿Cómo vas a organizarte? ¿De qué forma establecerás conexión con el resto del equipo? Que tu jefe no se encuentre justo detrás de ti te obliga a autogestionarte. Esto significa que tendrás que aprender a ser autodisciplinado. ¡Vamos a por ello!

Lo mejor es establecer una nueva rutina laboral. Algunos puntos para comenzar a hacerlo:

  1. Organiza tu agenda
  2. Establece las tareas a realizar
  3. Marca horarios concretos y metas
  4. Pide ayuda cuando lo necesites
  5. ¡Cúmplelo!

Sé flexible pero disciplinado

Céntrate y deja de buscar excusas para hacer pequeñas pausas innecesarias que te distraen del trabajo y reducen tu productividad. Y es que lo sabemos, el estar encerrado en casa favorece los descansos breves a cambio de mayor flexibilidad, pero esos “breaks” deben ser controlados.

No conviertas el tiempo de descanso en algo eterno, úsalo realmente para desconectar, hacer algún ejercicio físico rápido, comer, etc.

Así, recomendamos mantener fuera del alcance el teléfono móvil personal, ya que puede ser una fuente de distracción frecuente. Además, la televisión debe estar apagada. Deja las tareas del hogar para otro momento.

¿Cómo conciliarlo con tus hijos?

Es un reto difícil que depende de muchos factores, como la edad de los niños, el número de ellos o su nivel de dependencia. Sin embargo, hay que saber la prioridad de cada cosa en su momento.

Entendemos y sabemos de primera mano que el teletrabajo con niños es un reto difícil, pero posible si comienzas por poner de tu parte. No hay mayor secreto: sé paciente, realista y flexible.

No seas duro contigo mismo pensando que no estás atendiendo bien a tus hijos y olvida eso de ser el padre o madre perfecto durante estos días. Se trata de una situación impuesta por el confinamiento, no contábamos con ello y debemos aprender a adaptarnos.

Es importante que los niños entiendan, en la medida de sus posibilidades, que esto no son unas vacaciones, sino una situación excepcional que debe repercutir lo menos posible en su aprendizaje. Proponles tareas y hazles ver la situación de forma que entiendan que estos días tienen permitido más horas de juguetes, tablet, tele o videojuegos por una razón.

Relaja las normas habituales y asume que tendrás interrupciones.

Enfréntalo con optimismo

Sabemos que, al tratarse de una situación que viene impuesta, lo más normal es sentirnos frustrados por quedarnos en casa. Sin embargo, debemos ser conscientes de que la negatividad es contagiosa, y más aún cuando permanecemos expuestos a ella durante mucho tiempo.

Solo conduce a emociones negativas que acaban impactando directamente en nuestra productividad y, lo que es más importante, en nuestra felicidad. Así, te recomendamos centrarte en todas aquellas emociones positivas e intentar transmitirlas en todo lo que hagas.

Párate a pensar y reflexionar acerca de ti, de tus sentimientos, de tus pensamientos y de tus acto. Solo así aprenderás a ser más tolerante e inteligente emocionalmente.

Recuerda que el confinamiento es una situación temporal, y que todo este esfuerzo nos recompensará con buenos resultados. ¡Frenemos la curva juntos!